Siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil
palabras. Pero eso ahora queda anticuado con la actividad nueva que planteamos
para realizar en clase, y que de hecho realizamos ya, por la cual, la imagen no
es lo que vale más que mil palabras, sino la MÚSICA.
Este ejercicio consiste en desarrollar la escritura creativa de nuestros alumnos ayudados de la música de la siguiente manera. En primer lugar, nuestros alumnos se prestan a una audición musical de una pieza habitualmente instrumental de estilo tradicional o contemporáneo, cualquier técnica es válida (piano, flauta, etc). Una vez escuchada la pieza musical, hay que escribir una breve narración (habitualmente pedimos una historia) inspirada en la música que han escuchado. Y además tienen que ponerle título a esa historia y añadir un color que se asocie a esa música razonando por qué. Y dependiendo del número de alumnos en clase, se proyecta una tercera pregunta, ¿para qué situación acompañarías esta música y por qué?. Las respuestas se leen luego en el aula por cada uno de los alumnos. El cuestionario puede seguir a voluntad del profesor, dependiendo del tiempo que dispongamos.
El paisaje sonoro es un gran formato para impulsar la
creatividad de nuestros alumnos gracias a la música. Desarrolla su producción
escrita y la interpretación de la música. Habitualmente introducimos piezas
instrumentales breves (no más de cuatro minutos) de carácter narrativo, los
poemas sinfónicos del romanticismo musical o también la corriente impresionista
son muy útiles, así como bandas sonoras de películas y, en fin, todas aquellas
piezas de un cierto cromatismo, de una cierta plasticidad, que se presten a
pasajes descriptivos.
Se puede consultar con el profesor de música las piezas del
paisaje sonoro, de acuerdo a los contenidos que se estén impartiendo en cada
momento en educación musical o en el taller de música. Se obtienen resultados
muy estimulantes porque la música activa todos nuestros sentimientos y nuestra
imaginación, quedando abierto su sentido, que se multiplica con esta
metodología activa que impulsa la autonomía creativa, disfrutando del poder transformador de la escritura y de la música
con nuestros alumnos.