En el 2016 dijimos adiós a grandes figuras del mundo del arte, y el
espectáculo, así como de la canción y la interpretación. Ha sido un año
cruel y duro que se ha llevado mucho talento por delante.
Nadie esperaba que David Bowie
nos dejara en enero de este año. Había conseguido mantener en secreto
que padecía cáncer. Resistió a la enfermedad durante 18 meses, hasta que
ésta le cazó y lo llevó a la tumba. Su desaparición causó conmoción en todo el mundo. Sus vídeos siguen teniendo millones de reproducciones.
David Bowie no fue el único artista que nos abandonó en el 2016. Prince fue encontrado sin vida el 21 de abril en su residencia de Minnesota víctima de una sobredosis.
El mundo de la música y el arte y hasta las calles de algunas ciudades
se tiñeron de púrpura en su honor durante muchas semanas en honor del
autor de la mítica canción Purple Read.
También nos dejó este año el cantante Manolo Tena,
quien, tras una turbulenta vida plagada de excesos, como dijo su gran
amigo Miguel Ángel Abellán, murió cuando al final había logrado remar
hasta alcanzar la orilla.
Si hay alguien que ha marcado un estilo en la forma de cantar, ese ha sido Leonard Cohen, un gran poeta, como Bob Dylan,
y precursor suyo en cierto modo en cuanto a galardones concedidos a
artistas de la música. En el 2011 recibió el premio Príncipe de Asturias
de las letras. En noviembre de 2016, cuando había cumplido 82 años, su
voz se apagó.
También se fue en el 2016 el guitarrista Glenn Frey, uno de los fundadores de la mítica banda de rock The Eagles, fallecido a los 67 años. el 18 de enero de 2016.
Pero tal vez una de las desapariciones que más impacto ha causado este año 2016 ha sido la del cantante George Michael,
ídolo de los años ochenta y noventa, muerto en su domicilio de
Oxforshire, Reino Unido, el día de Navidad. Curiosamente compuso el tema
Last Christmas (Últimas Navidades) cuando formaba parte del dúo Wham!
Vuestra música se sigue escuchando, Vosotros seguís estando.
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