Los alumnos de 2º Bachillerato han visitado Cáceres con el objetivo de hacer un recorrido por las distintas etapas históricas. Así, han comenzado con el Centro de Interpretación de la Cueva de Maltravieso, que cobija las muestras de arte rupestre europeas más antiguas. El centro consta de unos paneles explicativos sobre el descubrimiento de la cueva y una pequeña reproducción de ésta. Para finalizar un vídeo muy didáctico explica la importancia del arte rupestre en Cáceres.
Seguidamente visitaron el Museo
Helgar de Alvear, que reúne la colección privada de arte contemporáneo más
importante de Europa. Su imponente fachada monacal, no deja adivinar los
tesoros que se esconden dentro. En ella realizaron una visita guiada por obras
de artistas desconocidos para los alumnos y otros ya familiares, como Louise
Bourgeois, Picasso, Kandinsky o Klee. Mención aparte la sala dedicada a la
serie de grabados de Los Caprichos de Goya, donde la emoción asomó en muchas de
sus caras. Hay pocos lugares donde las obras de arte contemporáneo estén
expuestas así, con la exclusiva voluntad de hacernos pensar en quiénes somos en
el mundo, en este mismo momento de la historia.
Durante la tarde nos adentramos
en el corazón de la ciudad, su casco histórico, un viaje en el tiempo donde
pudieron descubrir porque ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad
concedido por la Unesco desde 1986. Subieron
a la Torre Bujaco y a la Torre de los Púlpitos, así como un pequeño recorrido
por la muralla almohade, y los interiores del Palacio de la Isla y de Carvajal.
Pero principalmente la visita se centró en un paseo por el exterior, tanto
intramuros (Parte baja, parte alta y Barrio Judío) como el Barrio Judío nuevo,
situado en la zona extramuros. Durante el paseo pudieron recordar algunas
cuestiones trabajadas en la asignatura de Historia de España, que tienen su
relación con la ciudad, como la Guerra de Sucesión Castellana, Felipe II o la
Guerra Civil. También pudieron ubicar algunas escenas de las numerosas series y
películas grabadas en Cáceres, incluso hubo tiempo para alguna leyenda. Para
finalizar una Ginkana donde descubrir aquellos detalles menos perceptibles.
Como colofón ver anochecer entre
sus muros. Y en ese momento es cuando viajar a Cáceres es hacer que se pare el
tiempo, porque contiene y respira historia en cada uno de sus iglesias,
palacios, casas señoriales, callejuelas, en cada piedra. Para ello hay que
abrir bien los ojos, y los sentimientos, y una vez allí dejarse llevar y andar
sin rumbo.
Un día productivo, de contacto con la historia y el arte. Un viaje a una de las ciudades medievales mejor conservados de Europa, Cáceres es una muestra viva del paso de diferentes pueblos y culturas, un lugar de ensueño.
“Cáceres emociona y sobrecoge. Hay
veces en que al leer la última línea de un libro te quedas abrazado a la
historia para siempre. Del mismo modo, Cáceres quedará prendida en tu memoria,
se meterá en tu piel y nunca te dejará ir”
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