LA
HISTORIA CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA.
El día 6 de Diciembre de 1978 el pueblo español aprueba
en referéndum nuestra Constitución actual. Es por ello, que en esta fecha se
celebre el Día de la Constitución de 1978. Pero este documento no es único,
pues nuestra nación se ha dado varias constituciones, partiendo por la primera,
la Pepa, la Constitución de 1812, y hasta llegar a la actual, nos hemos dado
varias más, hasta llegar a ocho.
Los alumnos de PRAGE, en la asignatura de Historia, nos
hacen este breve repaso de la historia constitucional española, que dejan
plasmado tanto en este artículo, como en la elaboración de un pequeño trabajo de
síntesis sobre cada una de estas constituciones que expondrán en el pasillo de
la sala de profesores.
No tendremos en cuenta el Estatuto de Bayona, que fue una Carta Otorgada en 1808, a
través de la cual Napoleón trató de institucionalizar un régimen autoritario,
pero con un reconocimiento básico de libertades.
Tampoco entró en vigor la
Constitución de 1856.conocida como non
nata. Recoge los planteamientos más avanzados del
ideario liberal progresista y anticipa algunas de las ideas desarrolladas con
posterioridad por la Constitución de 1869. Es más extensa y completa que las
Constituciones de 1837 y 1845.
Dedicaremos más atención a
la de 1978, pero aquí va un repaso del resto de Constituciones.
1.- CONSTITUCIÓN
DE 1812. La Constitución de Cádiz, aprobada
el 19 de marzo de 1812, festividad de San José, conocida por eso como la Pepa,
es la primera Constitución propiamente española. La constitución de 1812
enlazaba con las Leyes tradicionales de la Monarquía española pero, al mismo
tiempo, incorporaba principios del liberalismo democrático, tales como la
soberanía nacional y la separación de poderes. Tuvo una vigencia efímera.
Fernando VII la derogó a su vuelta a España en 1814, implantando el más férreo
absolutismo durante seis años. Volvió a entrar en vigor durante el trienio
liberal (1820-1823.
2.- ESTATUTO
REAL DE 1834. El Estatuto
Real fue una constitución flexible, breve e incompleta. De tan sólo 50
artículos, que regulaban la organización de las Cortes, sus funciones y sus
relaciones con el Rey, no recogía ningún título dedicado a la Monarquía ni a
sus Ministros y, sobre todo, no contenía una declaración de derechos
fundamentales del ciudadano. Se trató de una Carta Otorgada.
3.- CONSTITUCIÓN
DE 1837. La
Constitución de 1837 fue fruto de la crisis del Estatuto Real. Fue derogada
definitivamente por la Constitución de 1845. La Constitución de 1837 incorporó,
por vez primera en nuestra historia constitucional, una declaración sistemática
y homogénea de derechos.
4.- CONSTITUCIÓN
DE 1845. La
Constitución de 1845 fue el resultado del esfuerzo de los moderados por
conciliar tradición y revolución. Se establece la soberanía compartida por las
Cortes y el Rey. La Constitución de 1845 resultaría ser la de más larga vida
del periodo (veinticuatro años, salvo el paréntesis del Bienio Progresista).
5.- CONSTITUCIÓN
DE 1869. Se refleja
en ella los puntos básicos que se consideraban el alma misma de la Revolución
del 1868: soberanía nacional, sufragio universal, concepción de la Monarquía
como poder constituido y declaración de derechos. Se inspiraron en diversos
textos extranjeros: en la Constitución belga de 1831, por ser la más
democrática del momento, y en la Constitución norteamericana de 1787, por su
concepción sobre el origen y los límites del poder y de los derechos
individuales como derechos naturales. Lo más original de la Constitución era su
amplia declaración de derechos en el Título I.
6.- CONSTITUCIÓN
DE 1876. La
Constitución de 1876 es un texto breve y abierto de 89 artículos, que permite
mantener la alternancia de partidos. El texto vuelve a adoptar la
soberanía del Rey con las Cortes. La Constitución posibilitaba el derecho de
asociación; la tolerancia religiosa en la práctica privada de las religiones,
sobre la base del reconocimiento del catolicismo como la religión del Estado;
la libertad de imprenta, y la libertad de enseñanza. En 1923, el golpe de
Estado de Primo de Rivera involucra al ejército y suspende la Constitución.
7.- CONSTITUCIÓN
DE 1931. El 9 de
diciembre de 1931, el Presidente de las Cortes, Julián Besteiro, promulgó la
Constitución de la Segunda República española. España cambia la forma de un
Estado monárquico a un estado republicano. Los principios políticos que
inspiran la Constitución de 1931 son: la democracia, el regionalismo, el
laicismo y la economía social. A partir de este momento se habilita el sufragio
femenino.
8.- CONSTITUCIÓN
DE 1978. El 18 de
noviembre de 1976, las Cortes Españolas aprobaron la Ley para la Reforma
Política, inicio del proceso que culminaría en la Constitución de 1978.
Aprobada la Ley citada, en amplio referéndum el 15 de diciembre de 1976, y con
arreglo a ella se celebraron el 15 de junio de 1977 las elecciones para
constituir las Cortes que habrían de elaborar y aprobar la Constitución hoy
vigente. La constitución fue aprobada en el referéndum celebrado el 6 de
diciembre de 1978.
La Constitución de 1978 proclama como principio
originario la soberanía del pueblo español, constituido en un Estado social y
democrático de derecho. A ese principio corresponde la declaración de derechos
y libertades que le sucede, así como al pluralismo de la moderna sociedad
española corresponde la declaración de que “ninguna confesión tendrá carácter
estatal”.
La gran novedad de la Constitución de 1978 es el
reconocimiento pleno de las Comunidades Autónomas a las que se refiere ya en su
artículo segundo, según el cual la Constitución se fundamenta en “la
indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos
los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran”.