miércoles, 21 de noviembre de 2012

INICIOS DEL CURSO ESCOLAR 2012-2013



Comienza el mes de septiembre y la comunidad educativa del Ramón Carande inicia el nuevo curso escolar. Aún con los ecos de los exámenes de septiembre y sin previo aviso, comenzamos con el Claustro inicial, las reuniones de Departamento, distribución de horarios, grupos y asignaturas.
Como ya sabéis, todos vamos un poco apretados en cuanto al horario. Vamos a más horas y con grupos más numerosos. Pero, como quejarnos, si al fin y al cabo, somos privilegiados.
Mediados de septiembre y ya estamos todos, alumnos, profesores, personal laboral. Y esto empieza a rodar de nuevo.
Aún tenemos presente la imagen de los alumnos que ya no volverán, porque su etapa en el centro terminó, y otra etapa empieza en su vida, bien la laboral, o bien la continuación académica en la Universidad o en los distintos ciclos formativos. Mucha suerte para todos ellos, y ¿quién sabe?, probablemente nos veamos pronto.
Y ya empezamos a guardar en nuestro “ordenador de abordo” las caras de los nuevos alumnos que ocupan las aulas, los espacios y lugares que ocuparon aquellos que se fueron.
Todos llegamos cargados de nuevas ilusiones, proyectos, trabajos, ganas por hacerlo todo mejor; los alumnos, de empezar fuerte el curso y mejorar lo que no se mejoró durante el curso anterior; los profesores, por innovar, por perfeccionar y por hacer más atractiva la información y el saber que tenemos preparada para nuestros alumnos, deseosos de agradar, confiados en transmitir lo que ellos necesitan y de sabernos útiles en su aprendizaje y facilitarles los contenidos.
Ya es cuestión de acomodarnos cada uno en su lugar, en su espacio. Que los nuevos nos sintamos a gusto y que los veteranos nos sintamos novatos, para que todos estemos a la misma altura.
Desear a todos lo mejor para el presente curso escolar. Que el venir a diario a esta nuestra segunda casa no sea un suplicio, un castigo, una pena grande, sino todo lo contrario, una suerte, una vivencia única, un estar “agustito”, un pasárselo bien y en disfrutar de cada momento.
Así pues, ¡a disfrutar!

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