II Encuentro de centros PAFD - Orellana 2013 (2ºESO B)
El pasado 11 de Abril los alumnos de 2º
de ESO B, como flamantes ganadores del multiconcurso de alimentación,
limpieza y actividad física fueron los afortunados de disfrutar de un
día de convivencia en el Pantano de Orellana con otros nueve centros de
secundaria de la provincia.
Se celebraba el II Encuentro de centros PAFD (Promotores de Actividad Física y Deporte).Nos pusimos en marcha a eso de las 7:50 de la mañana (y eso que alguno que otro todavía o tiene muy claro eso de la puntualidad), y tras recoger a nuestros compañeros de los Santos de Maimona, algún que otro “¿Cuándo llegamos?” “¡Me hago pis!”, llegamos al Pantano a las 10:00. Mientras los profesores nos reunimos a discutir y a comentar que es lo que hacemos cada uno en nuestro centro y qué es lo que se necesita para mejorar la práctica deportiva, todos los alumnos, por grupos y compartiendo la experiencia con chicos y chicas de otros centros, se dispusieron a disfrutar de un día muy deportivo.
A pesar del cielo nublado, la vela fue la
primera actividad por la que pasamos, algunos con un monitor un poco
“loco” que nos hacía virar muy fuerte y nos ponía pingando de agua, pero
el viento favorable de unos 6-8 nudos nos permitió navegar a cierta
velocidad.
El sol hacía su aparición y nos ayudaba a secar la ropa mojada ya de
camino a la zona de lanzamientos. Tanto en el tiro con arco como en la
cerbatana había muy buenas intenciones, pero poca puntería. Aunque como
todo, es cuestión de práctica, y al final de la hora se veían muchas
dianas.
Tras una buena mañana nos merecíamos un buen bocadillo y algún
refresco para reponer fuerzas antes de continuar con la tarde. La
jornada de multideporte nos dejó un sabor agridulce al principio que se
fue tornando más agradable según pasó la hora, pues le cogimos el gusto
al floorball y al bádminton, a los que éramos reacios al principio.
Como fin de fiesta, nos tocó el kayac,
que nos dejó de nuevo con los pelos mojados, la ropa para cambiar y una
sonrisa de oreja a oreja cuando podíamos pasar al lado de los compañeros
y les echábamos agua encima. Una hora remando sin parar y se pasó
volando. Nos quedamos con ganas de más…
Ya en el viaje de vuelta y llegando de
nuevo a nuestra casa, concluimos un buen día, dando por echo que ha
merecido la pena el esfuerzo del concurso, y que si podemos, el año que
viene vamos a por más.
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