Recordando
hechos de su vida. Por los alumnos de PMAR2.
martes, 12 de abril de 2016
LA FIGURA DE MIGUEL DE CERVANTES.
1547. Nacimiento
en Alcalá de Henares
¿Dónde y cuándo nació Cervantes? Durante siglos
constituyó un doble misterio. El primero se esclareció tras encontrarse su
partida de bautismo, fechada el 9 de octubre de 1547 en la parroquia de Santa
María la Mayor de Alcalá de Henares. En cuanto a la fecha exacta, solo cabe
presumir que fuera el 29 de septiembre, día de San Miguel.
1568. Madrid,
versos de circunstancias
Estremecimiento en la corte. La reina Isabel de
Valois, tercera esposa de Felipe II, muere después de dar a luz un niño, que
también morirá. Un temblor recorre Madrid, y el joven Cervantes, alentado por
el maestro de gramática Juan López de Hoyos, escribe unos poemas que verá
editados al año siguiente, en una Historia y relación de la enfermedad, muerte
y exequias de la reina
1569. Roma,
camarero de monseñor Acquaviva
Cervantes busca fortuna en la Roma de los césares y
los papas. Sirve como camarero en el séquito de monseñor Acquaviva, quien
vestirá más adelante la púrpura cardenalicia. Agotada su etapa palaciega,
Cervantes ingresa como soldado bisoño en la compañía de Diego de Urbina.
Atraviesa Italia e Italia lo atraviesa a él.
1571. Lepanto
El destino de Cervantes se confunde con la historia
el día de la batalla de Lepanto, que enfrenta a la Santa Liga con la armada
turca. Sobre un mar de espuma sanguinolenta, en medio de un caos de
arcabuzazos, barcos que se incendian, cuerpos mutilados y pífanos aterradores,
Cervantes resulta herido en el pecho y pierde el uso de la mano izquierda.
1572. Convalecencia
en Mesina
Al horror de la batalla suceden la incertidumbre y
el amontonamiento de almas en el hospital de Mesina, en Sicilia, donde
Cervantes convalece de sus heridas. Sicilia es entonces plaza española, y será
cuartel de invierno para la flota de don Juan de Austria. Entretanto, Cervantes
salva la vida y en unos meses se reincorporará a la milicia.
1574. Nápoles
o la vida libre del soldado
Entre campañas militares en el Mediterráneo y
acantonamientos, Cervantes alternará las obligaciones del soldado con la vida
desordenada, los sobresaltos amorosos y la nocturnidad tabernaria. De todas las
ciudades italianas, será Nápoles, capital de la Italia española y “la mejor de
Europa, y aun de todo el mundo” -en palabras del licenciado Vidriera-, la que
acompañará siempre a Cervantes, como recuerdo imborrable de una juventud
exaltada.
1575. Cautivo
en Argel
1580. Valencia,
patria y libertad
Al fin, el ex-cautivo tocará tierra española en
Denia, y luego seguirá hasta Valencia, donde procesionará en acción de gracias
y pasará unas primeras semanas de libertad. Han pasado once años desde que
salió de España, y han pasado muchas cosas en muchas partes: se pierde Túnez y
se recupera, muere Juan de Austria, nace Felipe III, se anexiona Portugal y la
corte se instala en Lisboa. España sigue ensanchando el mundo: Legazpi ha
fundado la ciudad de Manila, Mendaña toca las islas Salomón. Y Cervantes sueña
con pasar a América.
1581. Orán,
oscura misión
Una comisión oficial sobre la que poco o nada se
sabe, y el velo misterioso de esta plaza española en el Norte de África, hacen
del viaje a Orán –mayo y junio de 1581– un nuevo enigma en la vida de
Cervantes. Entre la diplomacia, el espionaje o el encargo administrativo, sólo
queda constancia de que, a la vuelta, se le pagaron cincuenta ducados.
1584. Boda
en Esquivias
Cervantes se entrega a la especulación amorosa.
Acaba de tener una hija natural con Ana Franca –mujer de un tabernero– y
enseguida viaja a Esquivias, Toledo, para ayudar a la viuda de un poeta amigo
en la publicación de un cancionero póstumo. Una vez allí, se casa con Catalina
Palacios Salazar, a la que dobla en edad. Vende los derechos de La Galatea, que
se publicará al año siguiente.
1587. Comisario
de abastos, Sevilla
Todo llega, aunque sea un gris destino como
recaudador de abastos en Sevilla. Pero Sevilla es entonces la ciudad cosmos,
antesala de las Indias y cauce de todas sus riquezas y esplendores. No abandona
la pluma, y cultiva la poesía y el teatro mientras las calamidades –deudas,
demandas, y hasta excomuniones– se agolpan en su frente.
1592. Castro
del Rio (Córdoba), encarcelamiento fugaz
La vida de un recaudador no era necesariamente
fácil. Cervantes será acusado de vender trigo sin autorización y pasará unos
días arrestado en Castro del Río. Algunos estudiosos conjeturan que fue aquí
donde incubó la idea de El Quijote; otros
sostienen que fue más adelante, durante un nuevo encarcelamiento en Sevilla.
1603. En
Valladolid, siguiendo a la corte
Muy cerca del matadero municipal y encima de una
taberna, en un pequeño edificio donde vive mucha gente junta, se
instalará la familia Cervantes –el escritor y su mujer, hermanas, hija y
sobrina– que han llegado hasta Valladolid siguiendo el rastro de la corte. En
este clima de apremio, Cervantes termina la primera parte de El Quijote
1605. Madrid,
primera parte de El
Quijote
1613. Madrid,
Novelas ejemplares
La novela, larga o corta, siempre estuvo ahí, en
Cervantes, que hace suya, es decir, española, la novella italiana. Las Novelas ejemplares
parecen condenadas a ser doce, ya sea porque hay dos en una –El coloquio de los perros se incrusta en El casamiento engañoso– o porque durante años se incluyó en la
cuenta La
tía fingida, hoy descartada.
1614 – 1615. Tarragona
y Madrid, un Quijote
apócrifo y otro verdadero
Alonso Fernández de Avellaneda, seudónimo todavía
por desentrañar, firma una continuación apócrifa de El Quijote que se edita en Tarragona. La añagaza espoleará a
Cervantes a terminar su segunda parte de El Quijote, enriquecerá la trama y se
incorporará como asunto metaliterario al discurso de la novela, que se
publicará en Madrid un año después. Publica Viaje del
Parnaso
y las Ocho comedias y
ocho entremeses nuevos, nunca representados (1615).
1616. Madrid,
agonía y muerte
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