(GGCarballo)
Esta
es una plegaria que apela a la razón, a la libertad de pensamiento y de
expresión, a la tolerancia, a la solidaridad, a la integración racial, a
la alegría y la bondad que habita en el corazón de la gente sencilla,
de la gente de bien.
Una
plegaria en la que pedimos que todos nosotros, en nuestras casas, en el
trabajo, en el cole y en el insti, en la facultad, en el taller, en la
tienda, con la pandilla, con los amigos, entre nuestros conocidos, con
nuestros padres y hermanos, ante quienes nos escuchan al hablar cuando
conversamos… [en la que pedimos] que seamos capaces de reflexionar sobre
lo que está pasando en este mundo en el que cada día suceden cosas
terribles, y sobre la necesidad de utilizar siempre el sentido común, y
obrar con la cabeza, pero también con el corazón.
Hemos de valorar la importancia de lo que tenemos: libertad
en el más amplio sentido de la palabra. Sin esa libertad no sería
posible que viviéramos en paz. Los fanatismos, vengan de donde vengan,
solo son capaces de traer a corto, a medio o a largo plazo, mucho
sufrimiento. Formamos parte de una sociedad libre e igualitaria… Quienes
causan dolor de modo irracional pretenden arrebatarnos nuestra paz,
nuestra libertad.
Por
ello, elevamos esta plegaria de razones contra la sinrazón que lleva a
unos seres humanos a arrebatar la vida a sus semejantes por nada. Un
rosario de palabras que no entienden de ideologías, de religiones, ni de
fervores, de radicalismos, ni de integrismos, de convencionalismos, de
actitudes racistas, de exclusiones insolidarias, ni de posturas
fanáticas, ni de cóleras en las que se apela siempre a un Dios
castigador, ni de barbaries, ni de sangre que conlleva sufrimiento, ni
de dolor…
Guardemos un minuto de silencio por las víctimas inocentes de la sinrazón.
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