La clase de 2º C de la ESO ha demostrado que aprender matemáticas puede ser una auténtica aventura. Recientemente, los alumnos participaron en una original actividad titulada "El ninja fraccionario", donde tuvieron que superar diferentes fases enfrentándose a desafíos matemáticos en un mundo lleno de misteriosos guerreros.
En esta dinámica, cada fase representaba un reto relacionado con fracciones: simplificación, suma, resta, multiplicación y división. Los alumnos, convertidos en auténticos ninjas matemáticos, debían resolver cada ejercicio para avanzar y "derrotar" a los enemigos. La propuesta no solo capturó su atención desde el primer momento, sino que convirtió el aprendizaje en un juego lleno de emoción y competición sana.
La acogida fue tan positiva que la actividad no quedó ahí. Días después, los estudiantes pidieron repetir la experiencia y la profesora prepararó una "segunda parte": esta vez, los ninjas debían embarcarse en una búsqueda de problemas. Cada alumno enfrentó situaciones matemáticas aplicadas, en las que resolver problemas con fracciones era la clave para completar la misión.
La motivación, el trabajo en equipo y la diversión fueron protagonistas de esta actividad, que se ha convertido en una de las favoritas del curso. Este tipo este tipo de dinámicas no solo refuerza los contenidos, sino que fomentan la participación y el entusiasmo por las matemáticas.
¡Quién sabe! Tal vez los ninjas matemáticos vuelvan pronto con nuevas aventuras.
Mª Remedios Martínez Frutos
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