Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, donde los desplazamientos son frecuentes. Aunque el inglés se establece como una lengua franca que nos permite comunicarnos allá donde vayamos, seguro que los nativos del lugar agradecerían un esfuerzo por parte del viajero para comunicarse en la lengua del país que visita. Además, partiendo del conocimiento de un segundo idioma, aprender otros nuevos es más sencillo.
Y si analizamos nuestro entorno próximo, vivimos en un espacio socio-político-económico en el que conviven numerosos países con sus respectivos idiomas ¿Qué mejor oportunidad para integrarse en este espacio que comunicarse en dos, tres o cuatro idiomas?
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